¿Cómo hornear magdalenas suaves, esponjosas y absolutamente deliciosas en casa?

Te damos los trucos de las abuelas que necesitabas para hornear unas magdalenas perfectas.

Para hacer unas buenas magdalenas lo más importante es contar con un buen proceso de horneado. Aunque la receta es muy importante, si fallamos al momento de hornearlas, es muy posible que no queden suaves y esponjosas. 

Aquí te damos algunos truquillos fáciles para que tus magdalenas te salgan al mejor estilo de las abuelas:

• Lo primero es tener un buen horno. Esto es fundamental pues la calidad del horno influye sobre la forma en la que se distribuye el calor y en la repostería y panadería es esencial que el calor se reparta de manera homogénea. Así que intenta escoger uno multifunción que incluso será más eficiente y te ayudará a ahorrar tiempo y energía a la vez que te abre las puertas triunfales de la buena repostería.

• Si te gustan las magdalenas con copete, reventadas, debes precalentar el horno a temperatura muy alta. Por ejemplo a 210ºC sin aire y con calor arriba abajo. Una vez precalentado el horno fuerte, hornearemos las magdalenas a unos 180ºC en el nivel dos del horno (segunda rendija contando desde abajo).

• Si queremos magdalenas lisas para cubrir o decorar, debemos hornearlas a temperatura más baja, como mucho, a unos 170ºC. Te quedarán totalmente lisas!

• Recuerda que si usas el ventilador del horno debes bajar en 10ºC la temperatura que indica la receta. Esto aplica para cualquier receta que hagáis.

• Muy importante! No abras el horno por ningún motivo, el cambio brusco de temperatura hará que la masa se baje.

• Hornea las magdalenas sobre la bandeja de metal del horno, no sobre la rejilla. La bandeja refleja y conserva mejor el calor durante el horneado.

• Recuerda qie el mejor amigo de unas buenas magdalenas será siempre un buen horno que distribuya el calor de manera homogénea. Esto garantizará que las masas suban todas al mismo tiempo y que tengan una cocción pareja.